Muchas veces me eh preguntado ¿De cuántas cosas nos perdemos?, y pasa que en realidad son muchas. Me di cuenta el día cuando un amigo me invitó a tomar fotografías de Puebla de madrugada, entre 4 y 8 de la mañana, algo que llamó la atención de mi gusto por la fotografía. Nunca me había atrevido a despertarme tan temprano para realizar algo parecido, digo en mi vida joven siempre han habido ocasiones en donde uno se levanta muy temprano o quizá se duerme a esa hora, mas no era casual que la razón sea por una idea artística. Además que el día planteado era un sábado, sin planes y excusas que se interpongan ante semejante propuesta. Y fue cuando le hice caso a mi gran amigo el Chicharito Hernandez quien me dijo ¿Por qué no?
Encaminando a la aventura y sediento de conocer un aspecto
diferente de un lugar, fue como coincidí con el centro de Puebla, poblado de
tranquilidad que el frío resaltaba y que sólo habitaban las luces y personas
esperando a que Dios le ayude, refiriendome al dicho. Así tomé mi cámara, la cual
acostumbro llamar "Chéngshí" traducción de honestidad a
Mandarín, y comenzamos la captura de todo lo que esconde la ciudad, aunque la
temperatura se oponga. Es difícil tomar una foto nocturna, sin usar un apoyo
estable, mientras tus manos están congeladas cual iceberg, pero uno se las
ingenia para complacer a los paisajes y tomas que ruegan por ser expuestos. El
resultado del trabajo en equipo entre mi cámara, Puebla y yo lo pueden observar
a su derecha, desde una calle cerca del Zócalo, la cual termina en el Bulevar 5
de mayo, o quizá termina donde el sol empieza su trabajo.
Pienso en las oportunidades que eh
tenido para capturar una foto como ésta y los lugares que me agradecen el
esfuerzo, y lo preocupante es cuando rechazamos todo esto. En realidad hay tantas cosas que al ver, no vemos, y todo lo que
perdemos por la pereza o la falta de interés y cultura. Pais como el nuestro
ninguno, mundo aún no sabemos, pero si hay algo y hay tiempo, aprovechar y
conocer es lo que debemos hacer. Yo con fotos lo digo, pero también hay otros
elementos utilizables, o quizá otras actividades, la idea es hacer. Para
terminar, no queda más que decir que si uno tiene los zapatos llenos de pies, y
la cabeza llena de cerebro, no esperes a que te muestren y mejor descubre y
muestra.