jueves, 1 de marzo de 2012

Tipos de negocio adoc para tí (Parte 2)

Esta es la continuación de la entrada anterior sobre los tipos de negocios adecuados para tí.
Buenos en relaciones y sociales: los seres humanos somos sociales por naturaleza, a pesar de eso los jóvenes tenemos ese don más desarrollado. Nuestras relaciones crecen y cambian conforme pasa el tiempo, aun más en la universidad donde conocemos gente nueva de todo el país y otros lugares del mundo. Sumando esto, podemos tornar nuestras relaciones para apoyarnos en los negocios, ya sea en relaciones públicas o en promoción de eventos y personas. Aun sin tener un título, si somos buenos socializando, los clientes se convencerán y no dudarán en cerrar negocios con nosotros.

Para aclarar la idea, una destreza para socializar nos abre el paso hacia nuevos tipos de negocios, tomando el ejemplo de Javier de Lope Francés sobre empresas hechas por jóvenes sociales: puedes ser un promotor de eventos, algo parecido a lo que popularmente llaman RPs, en donde organizas eventos sociales y te asocias con cadenas de bares y antros para conseguir mas clientes. O quizá asesor personal, donde la publicidad y el marketing juegan un papel para lograr que personas o empresas consigan más mercado y, por lo tanto, más ventas. En las relaciones sociales, tu personalidad juega un gran papel, por lo que analizar tu forma de ser y estilo para renovarlo es una idea inevitable.

Buenos en creatividad e innovaciones: ahora me dirijo a los jóvenes de mente abierta, poseedores de una agilidad para crear e innovar nuevas cosas. Empecemos por ver nuestras ideas, tales que a veces las desechamos pensando en su inutilidad, éstas son creadas por nosotros y por lo tanto deben de ser aprovechadas, al menos las mejores.

Si somos innovadores, debemos estar pendientes de todos los cambios, eso que estemos por delante de todos en el mercado. Philip Kottler en su libro Fundamentos del Marketing, define a los innovadores como “Aventureros, prueban ideas nuevas y asumen cierto riesgo” (Fundamentos del marketing), esto quiere decir que debemos invertir en inteligencia.

Para volver nuestra creatividad un negocio, es necesario empacarla y sacarla al mercado. Una buena manera de hacerlo es creando productos, tomando en cuenta cuantos ya existen, imagina cuantos faltan por inventar. Algunos ejemplos de productos son los siguientes: innovadores que faciliten la vida diaria de las personas, un producto que haga falta en nuestra existencia y nos ayude a realizar actividades cotidianas. Como los famosos Post-its, fueron inventados por error y son tan sencillos como útiles; también existen los productos innecesarios pero exitosos, los cuales no los requerimos pero, ya sea la moda o el aspecto llamativo, nos sentimos atraídos por estos y tendemos a comprarlos. Un claro ejemplo son las Silly Bandz, aquellas pulseras de goma con formas de objetos o animales, las cuales tuvieron éxito conquistando las mentes de los niños y jóvenes.

Si los productos no son tu opción, quizá la comida y los alimentos lo sea. Desde snacks hasta platillos nuevos, si dominas la cocina o tienes una idea creativa sobre un delicioso tentempié, puedes prepararlos en tu casa o vender tu idea a un negocio. Todos necesitan comer, si lo que ofreces es bueno, ya tienes tu mercado asegurado y por lo tanto el éxito.
¿Qué estás esperando?

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